PRÓLOGO POR ALESSIO FOLLIERI
“Ser poeta ¡Qué arte difícil! He siempre admirado a los poetas y todavía mucho más a aquellos contemporáneos. En el mundo de hoy es difícil ser poeta, conservar aquel arte que podríamos llamar antiguo para comunicar a través de versos los estados de ánimo humano, en un mundo que está olvidando este arte supremo y según mi criterio es irrepetible.
Nino Amato es una de estas almas contemporáneas en un mundo de consumismo y de tecnología que vive y sabe hacer percibir a los otros aquellas emociones tan primitivas roseándolas desde el arte a la poesía. Instantes, fragmentos de tiempo entre una palabra y la otra distinguen sensaciones y actos de conocimiento que solamente una persona como Nino, que ha vivido tantas dimensiones de la vida, ha podido preservar esa fascinación dentro de sí. Un mundo interior que se abre a la conciencia y el sentimiento, que sólo un ojo vigía como el suyo puede aferrar en aquel delgado confín entre la miseria del alma humana y su imprescindible grandeza”.