Si partimos de la base y las creencias reencarnacionistas, en las que la muerte no es sino que un paso adelante (o atrás) en nuestra evolución para alcanzar el perfeccionamiento y el acercamiento a la luz suprema.
Deberíamos preguntarnos. ¿Cuando entra el alma en el cuerpo humano? ¿es el feto un alma humana desde el mismo momento de la concepción?
La doctora en psicología Helen Wambach, en su libro "Recalling Past Lives: The Evidence From Hynopsis" y en su artículo "La vida antes de la Vida", ha hecho, unas investigaciones a 750 personas bajo hipnosis, acerca de sus vidas antes del nacimiento.
A la pregunta de "¿Cuándo entra su alma en el feto? se obtuvieron interesantes versiones. Pero lo sustancial de este trabajo fue que el 89% de los 750 casos que respondieron dijo que no pasó a formar parte del feto hasta que no se cumplieron seis meses de gestación. Incluso a partir de esos seis meses, muchas personas dijeron encontrarse "dentro y fuera" del cuerpo fetal. Se veían a sí mismos como una conciencia adulta relacionándose con el feto como una forma de vida menos desarrollada. Aunque a primera vista resulte chocante, esta posibilidad no se encuentra en contradicción con lo que nos dicen quienes vivencian la vida desde otros planos más elevados. Estas personas constatan el hecho que es el momento de la concepción cuando el alma queda sujeta al embrión, aunque esta sujeción a la que se ve sometida el alma se va fortaleciendo con el paso del tiempo. A partir del momento de la concepción el embrión forma parte de alma y el alma que va a encarnar forma parte del embrión. Pero no sólo el alma está relacionada con el embrión, también un tiempo antes de la concepción el alma inicia en los planos superiores determinada relación con los que serán sus padres en este plano físico.
En el libro de la pareja, A y D. Meuroís-Givaudan "Los nueve peldaños, nacer y renacer" se expone el acercamiento paso a paso, del itinerario de un alma en proceso de encarnación. Los autores contactan con ese ser por medio del viaje astral (tema que tocamos en otro apartado de esta página Web).
En un fragmento de esas conversaciones, este ser que prepara su encarnación, su vuelta a este plano físico, dice refiriéndose a su vuelta: "Pues bien, sabed que tengo un poco la impresión de que voy a morir..., de que me ha tocado el turno. De modo que es preciso que abandone mi confort interior y, lo que es peor, a mis amigos de aquí".
¿Donde está entonces la muerte? ¿En el regreso o en la partida? ¿Cual es el regreso y que es la partida?